Si no es la horma de tus zapatos no insistas.
En el amor y en el calzado, la incomodidad se refleja en el rostro. A veces, por más atractivo que sea un zapato, nos esforzamos, lo ajustamos y hacemos todo lo posible para que se ajuste perfectamente. El material del que esté hecho no importa; lo crucial es poder usarlo sin preocuparse por las consecuencias. En ocasiones, por deseo de lucir más altas, caminamos con los tacones más incómodos, aparentando una sonrisa mientras nuestra mente duda porque el calzado no se adapta.
De manera similar, el amor se asemeja cuando alguien rompe nuestro corazón.
Nos esforzamos por cambiar, mejorar y hacer todo lo posible para que la relación funcione, manteniendo la esperanza de que la persona se ajuste a nosotros. Escribo esto desde una perspectiva personal, ya que al fabricar calzado, me aseguro de revisar cada detalle antes de que salga del taller. Pruebo, salto y camino con ellos; si algo molesta, el zapato se mejora hasta que calce perfecto.
Cuando selecciono materiales, los toco, los pruebo y exclamo: "Esto realmente funciona", porque entiendo que cuidar mis pies es también cuidar de ustedes. Eliminamos las costuras internas de los zapatos porque a menudo causan molestias en el talón o el empeine.
El caminar con tacones, para muchas mujeres, es un arte y puede parecer inalcanzable, pero en realidad no lo es. Requiere actitud, confianza y empezar a caminar sin temor. Desarrollar una línea de calzado cómodo ha sido un camino largo, lleno de experimentos y desafíos, comprendiendo cómo funcionan las hormas y cómo deben usarse correctamente.
Antes de lanzar una línea de calzado, nos tomamos el tiempo necesario para estudiar e investigar. Encontrar el par perfecto puede parecer irreal, pero al probar nuestros zapatos, la percepción cambia. A menudo, las personas piensan: "¡Estos tacones son tan lindos pero deben ser incómodos!", pero al probárselos, la sorpresa es la comodidad y el ajuste.
De manera similar, en el amor, buscamos nuestro "Príncipe Azul", dudando si se fijaría en nosotros. A veces, terminamos enamorándonos de la persona menos esperada, siendo felices como cuando encontramos un zapato que se ajusta perfectamente, permitiéndonos caminar con tranquilidad. Ir de la mano con el amor de tu vida te llena de paz y seguridad, haciéndote amar, ser feliz y elevándote; tu sonrisa perdura, incluso cuando esa persona no está cerca, recordarla es suficiente para que la sonrisa surja espontáneamente.